Sorprendentes felinos

Los gatos son animales maravillosos y realmente sorprendentes. Nos atrae su lado más felino, esa capacidad de seguir siendo ellos mismos a pesar de tantos años de domesticación ¿o nos han domesticado ellos tanto o más que nosotros?

Un estudio reciente realizado por la Universidad de Susex ha desvelado que los gatos maullan para conseguir nuestra atención.

La doctora Karen McComb, empezó observando en casa a su propio gato, Pepo. De ahí partió la idea del estudio que ha demostrado que los gatos usan un ronroneo pedigüeño para conseguir nuestras atenciones.

Además, cuando un gato quiere algo, emite un grito similar al de los bebés que a los humanos nos resulta muy difícil de ignorar. Este hecho se da especialmente en gatos que tienen una estrecha relación con sus dueños.

Manipuladores, misteriosos, individualistas... su felinidad no deja de atraernos.

Gato cazando un ratón muy grande

A pesar de su juventud, Botas ha cazado un ratón de dimensiones poco habituales. En la foto le vemos "jugando" con la víctima antes de comérselo. Aunque pueda parecer un juego cruel, esto enseña al joven animal a manipular a su presa con soltura y mejorar su técnica cazadora. En una vida campestre puede significar la diferencia entre la vida y la enfermedad.

Pitu asturianu

Magnífico ejemplar de pitu asturianu (gallo asturiano). Se trata de un macho adulto relativamente joven, pues sus espolones no están todavía muy largos.

Tres gatitos

Camada compuesta por dos gatitos machos y una hembra (en la foto a la derecha).

El gato Botas

Los gatos negros siempre han estado envueltos en un halo de misterio. Aquí vemos a Botas, un precioso gato negro con originales marcas blancas y profunda mirada verde.

De pollos y quiquos

Casi todos tenemos en la cabeza la imagen del gallo Claudio de la Warner Brothers: blanco, grande y gordo; con su cresta roja y su pico amarillo. En la realidad de carne y hueso los gallos pueden tener tamaños muy variados, según la raza. Así hay gallos de poco más de 1kg de peso mientras que otros superan los 5kg.

En la fotografía, arriba, gallo joven de raza destinada a la producción de carne cantando el característico kikirikíííííííííí. Para ello llenan bien los pulmones sacando pecho y arquean el cuello en el momento de soltar el aire. Abajo, otra raza de tamaño pequeño y formas más estilizadas. En mi tierra natal, Asturias, se les conoce como quicos.

El quicu de la fotografía anterior es un ejemplar adulto, de ahí que luzca grandes espolones en sus patas.