Resultan especialmente cómicos entre quienes los conocemos bien, aunque para los neofitos son unos patos tan desconcertantes como lo sería ver un perro verde.
En la fotografía una nidada de patos mudos de pocos días de vida. A una edad tan temprana no se diferencian mucho de los patos clásicos, salvo en la forma del pico. Abajo, pata muda adulta con 9 patitos jóvenes.

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